sábado, 14 de noviembre de 2009

Mi historia no es una historia cualquiera. Es la historia de una pulga, de la pulga Karina. Karina vivía en un hermoso campo, a las afueras de Ronda. Allí convivía con millones y millones de pulgas. Ella tenía una gran familia, sus papas, sus hermanos y hermanas y sus abuelos por parte de madre.

Vivian sobre un caballo llamado Penco. Este les tenía especial cariño, aunque a veces la familia de Karina le provocase a Penco más de un arrascon y daños en su piel. Y es que Karina y su familia llevaban viviendo con su amigo Penco desde que nació éste.

Un buen día Penco fue vendido a una familia. Al llegar a su nuevo hogar Karina, su familia y el caballo quedaron realmente sorprendidos por la belleza del lugar. Habían viajado nada más y nada menos que a Asturias. Penco se sentía muy muy feliz de estar allí, el aire era mucho más puro que el de aquel campo del que venía, tenia mucho más espacio para correr, saltar, pasear... También Karina y su familia se sentían muy dichosos, porque además había muchos más animales donde sus hermanos poder independizarse.

Pero la dicha fue muy corta, por desgracia. La nueva familia de Penco decidió de la lavarlo. Así que, así fue. Penco quedó hermoso y brillante. Pero la familia de Karina se tuvieron que ir de su su gran amigo, no podían seguir viviendo con el. Tras muchas discusiones y peleas la familia de Karina decidió quedarse en aquel lugar y no marcharse en busca de otro dueño. Por suerte trajeron a la granja una nueva amiga para Penco. Asi que, Karina y su familia pasaron a vivir con la nueva amiga del caballo y nunca nunca mas se volvieron a separar.

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